El camino me está llevando por sendas áridas, a veces me siento muy perdida, abandonada por la esperanza y por la vida, y si un día tengo un calor que me reconforta al día siguiente es apenas un recuerdo que no calma mi alma.
No sé si debo o puedo quejarme, ni siquiera tengo ganas ya de hacerlo demasiado, ha sido un proceso tan paulatino, y aparentemente buscado, que parece que en el fondo es lo que he deseado toda mi vida.
Pero en el fondo de mí sé que no es así, que algo me impulsa a estar donde estoy, pero ese algo no me deja satisfecha, ni me hace creer o confiar en lo que estoy haciendo, puede con mi moral, con mi esencia, porque aunque me reconozco en esta situación no es totalmente mía, o no soy totalmente así.
Por algún motivo he llegado a esto y no salgo, es tan fácil recurrir al miedo, a la vergüenza, y tal vez por fácil sea así, y sólo desee retorcerlo para encontrar una justificación que me deje si no más satisfecja, al menos más conforme, más segura...
Tampoco pierdo del todo las esperanzas, pero ya voy teniendo menos paciencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejaron su sueño