
Apenas te siento, te veo, apenas atisbo un poco de ti...y sin embargo estás, ahí al alcance, esperándome, podría decir que presionándome.
¿Serás una señal caduca ya olvidada? o más bien una que siempre se mantiene, confiando que llegue el día que por fin haga algún uso de ella.
Hay momentos que deseo correr, saltar, huir, y porqué no, sobre todo gritar. Y aquí estoy, casi paralizada, de corazón para afuera inmóvil, inanimada, alguien diría incluso insensible...
cuando me siento un volcán contenido, constreñido, taponado a fuerza de callar y parar, siempre callar y parar.
¿Sabes cuántas veces se puede una llegar a callar? Sí, las mismas que podría hablar.
¿Porqué callar? ya casi ni lo sé, tal vez tras hablar tanto y tanto y no encontrar eco en mis palabras. Tal vez porque tras hablar encontré muchas veces lo que no deseaba...
¿Me dejas parar un momento bajo tu silencio?
Necesito descansar.
Vaya, no se como fué, pero el otro blog no me actualizaba, y ahora, me saltó este...
ResponderEliminarMe alegro de volver a leerte....
Abrazos.....seguiré el otro......
Me alegro de verte de nuevo en este. Te dejo todo mi silencio para que descanses el tiempo que creas oportuno, yo mientras a tu lado no abriré la boca, pero con el pensamiento te desearé todas las cosas más hermosas de este mundo. Besitos.
ResponderEliminarAyyyyyyyyy que bonito!!! Me gustó tooooooooooodo y la frase final me dió muchísima ternura.
ResponderEliminarBesitos y abracitos si?
Precioso post. A veces las palabras sobran, pero son tan necesarias... Hay días que una no sabría estar callada, pero otros... mejor quedarse en silencio.
ResponderEliminarAquí tienes el mío y mi cariño incondicional
Un abrazo bien grandote cielo,
Leonor